lunes, 20 de diciembre de 2010

Tratamientos avanzados vs tradicionales

El tratamiento de desintoxicación del alcoholismo debe comenzar con un diagnóstico que comprenda tanto, la evaluación clínica de los factores biológicos, psicológicos y sociales que interactúan en la enfermedad de cada persona, como analíticas y pruebas médicas y test psicológicos. Posterior a esta etapa diagnóstica, se debe continuar con un tratamiento de forma hospitalaria.

...implica no sólo la eliminación de los síntomas de la abstinencia, sino también y de manera fundamental la recuperación de los daños cerebrales causados por el alcohol...
 
Aquí es importante señalar que la desintoxicación del alcoholismo se puede entender de diversas maneras. En los tratamientos contra el alcoholismo tradicionales, la desintoxicación solo se centra en el control de los síntomas más evidentes de la adicción, esto es, en el control de los síntomas del síndrome de abstinencia. Según esta concepción, tratar la adicción significa ante todo limpiar el organismo del alcohol.

Sin embargo, el tratamiento de desintoxicación del alcoholismo, tal y como se entiende en tratamientos más avanzados, implica no sólo la eliminación de los síntomas de la abstinencia, sino también y de manera fundamental la recuperación neuronal de los daños cerebrales causados por el alcohol, y de las funciones cognitivas y afectivas que han sufrido alteraciones. Desde esta segunda concepción, más que hablar de desintoxicación, se habla de neurorregulación, es decir, tratar la adicción al alcohol significa no solo limpiar y desintoxicar el organismo sino también reparar los daños cerebrales que esta adicción está causando en el tejido cerebral.
foto tratamientos avanzados
Esto no quiere decir que no sea importante tratar los síntomas de la abstinencia cuando se deja de consumir alcohol, ya que de hecho el síndrome de abstinencia es un reto y un obstáculo para la recuperación de la adicción. Este síndrome ocurre porque el organismo se ha acostumbrado a la presencia del alcohol (se ha vuelto dependiente) y el cerebro, por tanto, deja de producir las sustancias químicas naturales que el alcohol reemplaza. Es decir, el organismo depende del alcohol para funcionar “normalmente”, y por eso cuando se deja de beber después de un tiempo prolongado de consumo compulsivo, el organismo no cuenta ni con las sustancias químicas naturales que ha dejado de producir, ni con el sustituto químico que supone el alcohol, y por eso sufre alteraciones. Unas alteraciones que se experimentan como síntomas opuestos a los efectos del alcohol, con ansiedad y agitación, dolor de cabeza, vómitos, sudoración, temblores, y en muchos casos convulsiones e incluso, en grado extremo, delirium tremens. Síntomas que sólo desaparecen, si no hay tratamiento adecuado, cuando se vuelve a consumir alcohol. De hecho, el síndrome de abstinencia se convierte en el principal miedo para el adicto cuando se quiere someter a un tratamiento de desintoxicación del alcoholismo y quiere, por tanto, abandonar el consumo de bebidas alcohólicas. También el síndrome de abstinencia se convierte en el principal riesgo de recaída para el adicto, por la necesidad del paciente alcohólico de aliviar el malestar que produce dicha abstinencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario