martes, 14 de junio de 2011

El Proceso de Duelo

El duelo es un proceso inherente a la condición de vida, común a toda la comunidad humana. Es un estado de pensamiento, sentimiento y actividad que se produce como consecuencia de la pérdida de una persona o cosa amada asociándose a síntomas físicos y emocionales. Una pérdida siempre es dolorosa, y se necesita un tiempo y un proceso para volver al equilibrio normal que es lo que constituye el proceso de duelo.

Ante la muerte de un ser querido se sufre, la pérdida nos provoca un sentimiento de dolor, rabia, enfado,…Ante el sufrimiento afloran sentimientos nada agradables.

¿QUÉ SITUACIONES LO AGRAVAN?

Hay una serie de situaciones que hacen más doloroso el proceso de duelo:

-El grado de aproximación al fallecido:

- que sea la pareja, el viudo lo conlleva peor, sus secuelas son más de tipo emocional y de competencia funcional, actividades diarias.

- hijo/ nieto, el coste psicológico es mayor. La pérdida de un hijo es más traumática.

- hermano/ amigo íntimo, pocos estudios aunque no suele suponer una enorme pérdida.
-Las circunstancias que rodean a la pérdida:

- momento y manera de morir, la muerte repentina es más estresante que la anticipada.

-suicidio, poco apoyo al doliente por la vergüenza pública.

- sistema de apoyo social, si cuenta con personas que han perdido un hijo y han sabido afrontar la situación la recuperación será más fácil.

SÍNTOMAS DEL DUELO

Los principales síntomas que caracterizan al proceso de duelo son los que siguen:

-Enlentecimiento generalizado en Respuestas motoras.

-Inhibición de la motivación.

-Culpabilidad obsesiva generalizada.

-Falta de apetito, se recupera aproximadamente a mitad del año.

-Falta de sueño (insomnio)

-Depresión.

-Aislamiento social.

-Apatía o hiperactividad.

-Pensamientos negativos recurrentes, períodos esporádicos de desesperación.

-Ideas de muerte.

-Otros.

Todos los síntomas anteriores aparecen en distintos estadios del proceso de duelo, aunque muchos de ellos pueden darse simultáneamente y algunos otros no aparecer.

OBJETIVOS QUE PERSIGUE EL DUELO

- Aceptar la realidad de la pérdida, se consigue tras pasar por todo el proceso de duelo.

- Dar explicación a los sentimientos, identificarlos y comprenderlos, para poderlos aceptar y encontrar los cauces apropiados de integración.

- Adaptarse a la nueva existencia sin el ser querido, con la búsqueda de nuevos roles y ocupaciones.

- Invertir la energía emotiva en nuevas relaciones sociales.

FASES DEL PROCESO DE DUELO

Las fases del duelo hasta llegar a la recuperación son muy parecidas a las etapas por las cuales una herida pasa hasta que queda la cicatriz. Pueden presentarse de forma simultánea, sólo algunas de ellas por vez, el predominio de unas sobre otras o escalonadamente. Se pueden distinguir 4 etapas dinámicas:

FASE I. Impacto, perplejidad, shock

Se inicia cuando nos enfrentamos a la noticia de la muerte. Puede durar desde minutos, días y hasta 6 meses. Se caracteriza por incredulidad ante lo que ha sucedido, confusión, embotamiento emocional, conducta semiautomática.

El doliente se desmorona en cuanto se da cuenta de la realidad. Es un escape natural y temporal que amortigua el impacto inmediato y ayuda a asimilar la terrible realidad. Aparecen pensamientos obsesivos (sólo se piensa en la pérdida).

Sentimientos de inseguridad, desesperación, búsqueda de la persona fallecida, desolación y llanto.

FASE II. Rabia y Culpa.

Aparece el sentido de culpa, una gran angustia acompañada de un fuerte autorreproche y un juicio severo contra sí, la persona considera que no hizo lo suficiente, que quizás pudo evitar esa muerte pero no hizo nada. Aparece un desprecio y autodenigración.

De forma esquemática sería así:

Pérdida del ser querido + intenso dolor + culpa (angustia + rebaja del sentimiento de sí)

Durante esta etapa hay una notable desorganización emocional, constante sensación de estar al borde de una crisis nerviosa y perder la cordura.

Aparece también la cólera y rabia, no entendemos porque se ha tenido que morir. La depresión conlleva un sentimiento de desolación y una disminución de la autoestima.

Síntomas más recurrentes: alteraciones del apetito, insomnio, miedo a enfermar, aislamiento social, …

FASE III. Desorganización del Mundo, Desesperación y Retraimiento.

Puede durar hasta 2 años. El doliente se siente sin fuerzas, débil e incapaz de afrontar nuevas situaciones y decisiones. Se intensifica la pena y llanto. Busca el aislamiento (prefiere descansar y estar sola) Quiere tomarse su tiempo para vivir su duelo, se resiste a darlo por acabado.

“El doliente debe abrirse a nuevas relaciones, pero no le apetece y le cuesta”

FASE IV. Afirmación de la realidad y Recuperación.

Se va abriendo paso la esperanza. Se toma conciencia de la pérdida, se acepta el vacío y se afronta la dura realidad. Sus características son la reconstrucción de la forma de ser, se retoma el control de la propia vida, abandono de roles anteriores, la búsqueda de un significado.

Es bueno tener la calidez, la ayuda y el afecto de los que le rodean, buscar otras relaciones, trabajos o hobbies que den un sentido a la vida. Así recupera su nivel normal de autoestima.

Hay que tener en cuenta que no todas las personas pasan por estas fases ni en el mismo orden. Lo que es cierto es que la experiencia de duelo da la oportunidad de ayudar a otros cuando sufren trances similares.

Cuando ya se ha aceptado la pérdida y el recordar no causa dolor podemos hablar de elaboración del duelo. El expresar abiertamente la pena y el dolor que se siente es algo natural y deseable, y supone una buena salida psicológica en términos de la elaboración del duelo.

Fuente:

Juan Ramón Expósito Pérez

“Programa de Atención a Personas con discapacidad intelectual en edad avanzada”

Feaps C.V.

Share/Bookmark

« Perdonar | Home | La Importancia del Optimismo »

No hay comentarios:

Publicar un comentario