lunes, 20 de junio de 2011

Hace 25 años llegó la luz de Alcohólicos Anónimos - Diario El Tiempo

Hoy tenemos que brindar justo reconocimiento al desaparecido psiquiatra, Dr. Arellano y al Dr. Vivas quienes fueron pioneros en la creación del primer grupo de Alcohólicos Anónimos que conoció tierras trujillanasComenzar una nueva vida
Al llegar al grupo central de alcohólicos anónimos todo se transformó. Ya no siento la soledad que me "estaba matando". Ahora disfruto del amanecer de cada día. He aprendido que la bebida es sólo problemas y sufrimientos. Cuando llegué a este grupo de AA comenzó una nueva vida, jamás me imaginé que eso que llaman "felicidad" lo pudiera vivir como la disfruto hoy en día.ALFREDO MATHEUS - El 11 de mayo del año 1986 nació en Valera Edo Trujillo, el grupo Central de Alcohólicos Anónimos. Surgió como alternativa de solución para el grave problema de alcoholismo en que sobrevivían centenares de trujillanos. Muchos llegaron más que desesperados con la llamada "enfermedad del alma", todos estaban dispuestos a intentar cualquier solución con tal de salir del mismo infierno del alcoholismo.Hoy tenemos que brindar justo reconocimiento al desaparecido psiquiatra, Dr. Arellano y al Dr. Vivas quienes fueron pioneros en la creación del primer grupo de alcohólicos anónimos que conoció tierras trujillanas.

       El grupo central ha brindado a lo largo de 25 años una encomiable labor humana, está agrupación ha llevado de nuevo la paz y felicidad a infinidad de familias que en algún momento tuvieron a un hijo, un esposo, un hermano, con graves problemas de alcoholismo, enfermedad según la Organización Mundial de la Salud, no tiene cura alguna.

       ¿Quién fui y Quien soy?

       Algunos testimonios de alcohólicos recuperados en el grupo central, lo compartimos con los lectores:

       Juan F

       Hoy acepto que soy alcohólico, me he tragado mi soberbia de toda la vida, reconozco que soy diferente a los "bebedores normales". Cometí infinidad de errores por mi manera compulsiva de beber, perdí excelentes trabajos, mi familia me abandonó y con sobrada razón, ¿quién carajo puede vivir con un "loco de carretera"?, era una persona con serios trastornos de conducta, muy violento, producto de mi problema alcohólico. Hoy doy un ¡Dios le pague! al grupo central, allí llegue hace 22 años, destrozado en lo moral, en lo espiritual, con muchas ganas de suicidarme. Alcohólicos anónimos salvó mi vida, mi familia volvió a mi lado, todo ha sido un verdadero milagro de Dios.

       Ernesto M.

       La bebida fue la causa de mis grandes sufrimientos. Siempre empeoró mi vida diaria, nunca gané una, todas las perdía, lo más doloroso; "creía que estaba gozando a lo grande". Cuando llegué al Grupo Central de Alcohólicos Anónimos, me aferré a tan maravilloso programa, encontré un camino de tranquilidad para mi sufrido cuerpo y espíritu. Me pregunto ¿qué hubiera sido de mi vida si en Valera no hubiera existido una agrupación como ésta? De seguro que estuviera tras los barrotes de una prisión, postrado en una cama o muerto. Los problemas no han desaparecido, pero, hoy tengo paz en medio de los problemas, tengo fortaleza para sobrellevar mis situaciones negativas. Soy tolerante en medio de las dificultades. Lo más importante es permanecer un día sin beber, esa sobriedad ha traído a mí una paz indescriptible después de haber conocido los sufrimientos emocionales más terribles.

       Hugo W.

       Cuando era bebedor activo estaba dominado por la avaricia, el orgullo, el egoísmo, la lujuria. Era terco como una mula, no me gustaba recibir consejos de nadie, jamás brindaba ayuda a otra persona. Físicamente parecía "un guiñapo", un desecho humano, mentalmente no valía un bolívar, estaba arruinado económicamente, tenía una obsesión enfermiza por el alcohol, al que no dejaba por nada del mundo a pesar del desastre de vida que llevaba. Después que llegué al grupo central, todo cambió, la alegría de vivir de nuevo se hizo presente, ha sucedido un verdadero milagro. La vida ahora tiene un nuevo significado. Antes aborrecía vivir, ahora doy gracias a Dios por la oportunidad que me dio de "salir de este abismo de amargura". Disfruto al lado de mis hijos y de mi esposa que me soportó tantos tormentos. Siento que he vuelto a nacer.

       Armando R.

       Jamás olvidaré mis días de borracho, recordar esa "película blanco y negro" trae a mi memoria la carga de odio que me acompañaba, los terribles castigos físicos que me tocó experimentar, las humillaciones, los salvajes dolores de cabeza, los nervios que no dejaban paz en mi alma, el insomnio que me impedía vivir en tranquilidad, el peso del remordimiento que me causaba dejar a mi familia sin comida porque me bebía el dinero en cerveza, sentía miedo por todo y por nada, el horroroso "ratón moral" que casi me lleva a atentar contra mi vida. La bebida me apartó de mi familia y de Dios, el vacío espiritual era más que salvaje.

       Al llegar al grupo central de Alcohólicos Anónimos todo se transformó. Ya no siento la soledad que me "estaba matando". Ahora disfruto del amanecer de cada día. He aprendido que la bebida es sólo problemas y sufrimientos. Cuando llegué a este grupo de AA comenzó una nueva vida, jamás me imaginé que eso que llaman "felicidad" lo pudiera vivir como la disfruto hoy en día.

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